Queremos compartir algunas fotos y actividades realizadas.
Si bien en cada espacio el trabajo tuvo características particulares, los libros, la lectura y la escucha de cuentos fueron los convocantes en todos los encuentros.
En el Solar Loyola,“Los superpremios” de Pablo Bernasconi nos desafió a crear con papeles y colores nuestros héroes superpoderosos y maléficos villanos mientras que “El Animalario Universal del Prof. Revillod” disparó la imaginación de todos para inventar animales extraordinarios. Después de escuchar “Sapo verde”de Graciela Montes, Julio nos enseñó con paciencia a plegar sapos, mariposas y flores con los que cada uno pobló un estanque.
Inventaron rimas y aprendieron coplas populares, pero como dibujar era un placer, entre todos escribieron pictocuentos. Las señoras que se acercaron al taller de adultos recuperaron historias del barrio escuchadas en su infancia, y en el encuentro final las contaron a los chicos que las escucharon con atención porque, por supuesto, no faltó el lobizón corriendo por las vías del tren. Ese día Luther y su mamá nos deleitaron con “Rafles” de L. M. Pescetti. Los chicos y las chicas de
En Arroyo Leyes, Villa del Parque y Barrio Belgrano, los chicos, movilizados por las lecturas, propusieron un espacio de creación a partir de algunas lecturas. El Zoo de Joaquín, de Pablo Bernasconi, los motivó a crear personajes singulares, con objetos diversos.
Luego, esos mismos personajes movilizaron a los chicos a la producción de historias que plasmaron en libros artesanales. Algunos los escribieron a mano, otros utilizaron la compu. Finalmente, leyeron en ronda las producciones.
La lectura de ¡Fuera de aquí horrible mostruo verde! y Monstruo triste, Monstruo feliz los movilizó para la creación de máscaras diversas. También inventaron piropos, trabalenguas y disparates, que conformaron nuevos libros artesanales, ilustrados por ellos mismos.
Los adultos que asistieron a los talleres, cerraron la primera etapa narrando cuentos literarios. Otros permitieron que afloraran las historias que sus padres o abuelos les contaban en su niñez. Y otros redescubrieron el placer de narrar, contando historias escritas por ellos.
Gracias a todos, por participar en esta propuesta. A los protagonistas: niños y adultos. A Editorial Palabrava, Sindicato de Luz y Fuerza, Universidad Nacional del Litoral. A los padrinos: Industrias Frigoríficas Recreo, Amsafé Provincial, Kilbel Supermercados. A las editoriales e Instituciones que donaron sus libros:Plan Nacional de Lectura, Ediciones Colihue, Fundación Mempo Giardinelli, Salim Ediciones, Editorial Amauta, Ediciones del Eclipes.
Cada eslabón es importantísimo para que el sueño de LECTOBUS sea un sueño compartido. ¡¡¡Un sueño de todos!!!
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